¿Es bueno pesarse todos los días? Definitivamente, no.

Es muy normal que al empezar un plan de adelgazamiento, deseemos ver resultados rápidos. Esa inquietud nos lleva a adquirir hábitos que no son muy saludables, pues lejos de ayudarnos en el proceso, puede llegar a obstaculizarlo e incluso hacernos abandonar. Uno de esos hábitos dañinos es pesarse diariamente.

Comprobar que mantenemos el peso “a raya”, y “subirse a la pesa” repetidas veces durante la semana, en algunas personas, se convierte en una rutina que puede ser dañina porque  produce ansiedad y sufrimiento gratuitos, y además…  no sirve de nada.

Si buscamos nuestro bienestar, no podemos favorecer actitudes mentales y emocionales que vayan en sentido opuesto.

Veamos porqué pesarse diariamente “no sirve de na´” como dice la canción.

- Hacerlo puede ser muy desmotivante, si no ves que los números bajan como crees que "deben hacerlo”.

- Como norma general, emparejada  a los nuevos hábitos alimenticios va el aumento de actividad física, y casi siempre incluye ejercicios de resistencia-fuerza. Por lo tanto la grasa deja paso al músculo, y éste pesa más; eso es MUY BUENO, aunque no lo parezca.

- Otro dato importante es que lo que hemos comido y bebido durante el día, seguramente está en proceso de digestión y asimilación, y eso también influye en el peso.  Por eso se recomienda pesarse una vez por semana, y en ayunas.

- Hay que tener en cuenta también la regularidad de la función intestinal, pues el estreñimiento siempre afecta a nuestro peso.  Teniendo en cuenta este detalle importante, si queremos un dato más exacto, habrá que pesarse después de ir al baño. Sin olvidarnos de intentar tomar más fibra y agua para que esta situación se normalice.

- Si eres mujer, necesitas saber que algunas engordan hasta tres kilos durante el período. La gran mayoría de ese peso es agua, y por lo tanto, cuando finaliza la regla, desaparece.

Mi recomendación es, vivamos el proceso de adelgazamiento de forma relajada, sin que la pesa nos controle y nos afecte negativamente, pues es simplemente un dato entre tantos otros.

Esos “otros” pueden ser: comprobar que la ropa nos queda más suelta, que al comprar un nuevo pantalón llevamos una talla menos, que necesitamos apretar un poco más el cinturón, que nos cansamos menos cuando salimos a caminar, a correr o al hacer ejercicio y que nos sentimos más ágiles. En definitiva, multitud de señales que te indican que vamos por buen camino.

Para que los cambios se realicen en nosotros necesitamos una actitud y aptitud positiva y proactiva, es decir, sentirnos lo mejor posible durante el proceso y hacer lo que tenemos que hacer, para que esos cambios que deseamos se produzcan.

Rosario Bolaños Ríos

Rosario Bolaños Ríos